No Debí Tratar de Controlar mis Sueños

Tras descubrir qué son los sueños lúcidos, un joven intenta diferentes técnicas para dominar su mundo onírico

Historia original ‘No Debí Tratar de Controlar mis Sueños’ | Diseño Tinta Negra, Foto por Pexels

Sinopsis

Tras descubrir qué son los sueños lúcidos, un joven intenta diferentes técnicas para dominar su mundo onírico; sin embargo, ese esmero trae consecuencias inquietantes

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No Debí Tratar de Controlar mis Sueños

Por ahí del 2018 encontré en Facebook la publicación de una página donde hablaban de los sueños lúcidos.

Ya sabes, aquellos sueños donde estás consciente de que estás en uno. Aunque en algunas de ellas te despiertas de pronto por la impresión que conlleva.

Particularmente no me despertaba tanta atención el tema, digo, sí impresiona este momento, pero, quizá como la mayoría, no pasa de la anécdota.


Al entrar a leer los comentarios, uno de ellos captó mi lectura al afirmar que se podían controlar los sueños y que existían diversos métodos para ello, además de que el tiempo en ellos transcurría de manera diferente.

Esto sí despertó mi interés pues me preguntaba lo mucho que podría llegar a hacer en un mundo que podía controlar y que además me daba tiempo extra para aprender cosas, idiomas, leer más libros.

Mi imaginación era mi límite en este momento.

Emocionado pero con cierta cautela me adentré en el tema, me llené de tanta información como podía encontrar en internet y pronto comencé a practicar las cosas que se mencionaban.

Mano abierta apuntando a la luna | Foto por Pexels
  • Chequeo de realidad
  • Atención al entorno
  • Tratar de leer palabras o las manecillas del reloj
  • Contar tus dedos de las manos

Entre algunas otras cosas…

Tuve que ser muy constante con ello, hacerlo con empeño y determinación pues eso era lo que muchos sugerían.

Y en efecto, funcionó al mediano plazo, luego de 6 meses aproximadamente los sueños lúcidos empezaron a ser más constantes, no tenía control sobre ellos, pero ya los tenía con más frecuencia y podía quedarme sin despertar accidentalmente.

Sin embargo, también me afectó en lo que podemos decir que es la vida real, consciente, “despierto”; Aunque en su momento no lo veía tanto así.

Estos cuestionamientos de realidad se hicieron demasiado frecuentes, a veces ya en automático comenzaba a cuestionar si estaba despierto, miraba mis manos, trataba de leer algo casi una o dos veces por hora.

Evidentemente las personas me miraban y preguntaban si todo estaba bien, a lo que me limitaba a contestar que sí, que no pasaba nada.

Una mañana me desperté normal, hice las cosas habituales, me bañé, desayuné, revisé las noticias brevemente y salí rumbo al trabajo.

En el transporte hice el chequeo y pronto me di cuenta que era un sueño, esta vez salí rápido porque me sorprendí de más.

Era la primer ocasión que me pasaba esto, bueno, la primera vez mientras intentaba esto de controlar los sueños; En el pasado ya me había ocurrido en alguna ocasión, creer que tenías un día normal y darte cuenta que seguías dormido.

Pero esta sensación era un poco más extraña, al final de cuentas fue como cuestionar lo que creía mi vida cotidiana.
Seguí realizando estas comprobaciones aún así, en ese momento sentí que no tenía nada qué temer, al final de cuentas logré darme cuenta y salí del sueño.

Poco a poco los sueños de este tipo se hicieron más comunes, despertaba creyendo que era un día más, un día normal como cualquier otro.

Las primeras veces salía antes de medio día, generalmente al desayunar, ir en el transporte o al bañarme.

Poco a poco comencé a sentirme fastidiado, pues lo que yo quería era controlarlo y, aunque lo intentaba en cuanto me daba cuenta, no estaban dando tan buenos resultados estas técnicas de internet.

O más bien, no estaban dando los resultados que yo deseaba.

Además de que poco a poco los chequeos de realidad empezaron a fallar, me tardaba más tiempo en detectar la situación y los primeros ya no estaban funcionando.

Cabe mencionar que ya llevaba poco más de un año desde que comencé con este entrenamiento y fue hasta luego del 9no o 10mo mes que estos sueños aparecieron más cotidianamente.

Persona sobre la carretera en neblina | Foto por Pexels

Es así que llegó el momento donde terminaba un día completo creyendo que estaba despierto, cuando no era así, sólo me despertaba hasta que me metía a dormir en el sueño.

Las primeras ocasiones fue muy confuso ya que tan pronto sentía que cerraba los ojos, me despertaba y pensaba que ese día ya lo había vivido con forme transcurría. Pero obvio no era así, las personas sí actuaban diferente en la vida real.

No sé cómo describirlo, porque no era nada similar a un deja vu, era más como creer que había regresado al pasado.

Pensaba que no podía empeorar más, que ese sería el límite, entrar en un sueño dentro de otro, pero lamentablemente no fue así.

Conforme pasaban las semanas ya estaba viviendo dos días dentro o comenzaba a tener un segundo nivel de éste.

En este punto sabía que ya era un problema grave, me costaba trabajo discernir entre lo que era un sueño y lo que no; por más que lo intentaba no podía pasar los test al inicio del día, era una sensación angustiante saber qué era real o qué no.

Y lo sigue siendo hasta ahora.

Mis sueños cada vez son un poco más largos, el último que tuve duró cerca de 15 días, el nivel más profundo al que he entrado es el 3ro y ya comienzo a vivir hasta medio día en el 2do.

En el cúmulo del tiempo, podría decir que ya he vivido hasta 6 meses dormido.

De las pocas cosas que me mantiene sabiendo que estoy despierto es que, por alguna razón, escribir a mano en los sueños es la única actividad que no se ha podido replicar ya que aparecen garabatos y líneas retorcidas e inconexas.

Además de que, mientras duermo en cualquier nivel, en algún momento aparece una señora en el transporte público que me mira extrañada, como si yo fuera algo no perteneciente ahí, hasta parece que se asusta.

Y finalmente, cuando por fin me doy cuenta de que estoy en un sueño tampoco es como que pueda hacer algo, ya sea que escribo o veo a la señora, algo no le deja despertar haga lo que haga, incluso aunque me provoque yo mismo dolor.

Pero me pregunto hasta cuándo esto será así, hasta cuándo escribir a mano será tan real como lo es en este momento; Cuándo será el día que deje de ver a la señora. Y por qué la veo, también.

Quizá no pueda transmitirte fidedignamente la desesperación, la angustia y el agobio que siento al no poder saber qué cosa es real y qué no. ¿Qué pasa si un día simplemente ya no despierto? Si me quedo atrapado para siempre en un sueño.

Qué pasa si vivo hasta los 80 años y al morir me doy cuenta que siempre estuve en un nivel más profundo.

Escribir lo que hice en el día es lo que mejor me mantiene en el presente, porque trata de recordar qué hiciste hace 12 días de inicio a fin, quizá es un poco complicado. La cosa empeora cuando cada noche vives entre 15 y 16 más.

También me causa un pánico que hasta el momento no he tenido pesadillas, más allá de estar atrapado en una realidad ficticia, pero qué pasaría si un día me alcanza dicho terror, ¿podré despertar? ¿Viviré todo ese tiempo experimentando el miedo constante que causan? No quiero ni imaginarlo.

Nunca debí intentar controlar mis sueños.


Owen Marín

Owen Marín

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